

Enológicas

La tierra de Novelda no solo ha dado mármol y modernismo. También ha producido, desde hace siglos, uvas que cuentan historias, manos que cultivan con paciencia y vinos que resumen el carácter de esta tierra soleada del Vinalopó.
La tradición vitivinícola en Novelda se remonta a tiempos íberos y romanos, cuando ya se cultivaba la vid en estas tierras secas pero fértiles. Con el paso de los siglos, la cultura del vino se consolidó como una actividad económica y social de gran importancia. La comarca del Medio Vinalopó, donde se ubica Novelda, forma parte de una de las zonas vitivinícolas más antiguas de la provincia de Alicante.


La variedad más emblemática de la zona es la uva Monastrell, resistente al clima mediterráneo y de la que se obtienen vinos tintos intensos, con cuerpo y personalidad. También se cultivan variedades como Garnacha, Syrah o Merseguera, que se adaptan perfectamente al entorno. Algunos vinos locales se elaboran de forma tradicional, en pequeñas bodegas familiares, combinando técnicas ancestrales con procesos modernos de vinificación.
Además del vino, Novelda ha sido históricamente conocida por la producción de fondillón, un vino generoso alicantino envejecido en toneles durante décadas, y por el moscatel, que se ha utilizado tanto para consumo directo como para destilación en licores.

Hoy, el vino forma parte de la identidad cultural y gastronómica de Novelda. En catas, festivales y rutas enoturísticas, los visitantes pueden descubrir cómo esta tradición sigue viva, ligada al paisaje, al clima y a las costumbres de sus gentes.
Visitar Novelda es también brindar con historia.