

Iglesia Arciprestal de San Pedro




Iniciada en el siglo XV y concluida en el XVIII, la Iglesia Arciprestal de San Pedro, de inspiración barroca, es un símbolo del legado artístico y arquitectónico que enriquece el casco histórico.

Hoy, más de cuatrocientos años después del inicio de su construcción en 1553, San Pedro sigue siendo uno de los copatrones de Novelda y la iglesia que lleva su nombre continúa bajo su advocación.


La Iglesia Arciprestal de San de Pedro, se trata de uno de los principales tesoros emblemáticos de Novelda, situada en pleno centro histórico y destacando por su valor artístico y arquitectónico e influencia barroca. Fueron múltiples transformaciones y ciertos retrasos en su construcción lo que provocó que hasta 1814 no alcanzase su aspecto final, el mismo que podemos contemplar en la actualidad.


En su interior, la iglesia acoge notables obras de arte sacro y una rica ornamentación, con especial mención a sus múltiples capillas y retablos, el órgano barroco o la Capilla de la Aurora, anexa a la iglesia y abierta siempre al culto, son algunos de los elementos característicos que se pueden encontrar en su interior.

Imagen interior iglesia.

Imagen Cristo.

Con el tiempo, la iglesia fue ampliándose para acomodar a la creciente población, especialmente tras la repoblación de Novelda después de la expulsión de los moriscos en 1609. Los señores Maza de Lizana, siendo la elección de San Pedro como patrón está estrechamente relacionada con ellos, promovieron la llegada de nuevos habitantes a través de la “Carta Puebla”, y con ello creció la necesidad de un espacio de devoción más grande. A lo largo de los años, se han añadido elementos clave, como el crucero, un presbiterio, naves laterales y una nueva sacristía. En 1740, el arquitecto Francisco Aznar dejó su huella al diseñar la espectacular portada barroca. Diez años después, la iglesia mejoraba su aspecto con la incorporación de capillas adicionales, un altar dedicado a San José y la Capilla de la Aurora.