
Fundación Jorge Juan




​Su destacada carrera como joven marino y su maestría en matemáticas le permitieron contribuir a marcar la historia de la ciencia en el mundo. Estas contribuciones le valieron gran fama y el título de 'Sabio español' en Europa, reconocimiento que se preserva y valora a través de la Fundación Jorge Juan, la cual reúne el legado del ilustre noveldense.
​Jorge Juan y Santacilia, nacido en Novelda el 5 de enero de 1713 en la finca "El Fondonet", fue un hombre de una vasta trayectoria en múltiples campos.

Destacado por su sabiduría humanista, su maestría en las ciencias matemáticas y su brillante carrera como marino, su vida y obra lo convirtieron en una figura reconocida más allá de las fronteras españolas.

​En 1750, el rey Fernando VI lo asciende a capitán de navío, y desde entonces, su fama se consolidó en Europa bajo el apodo de El Sabio Español.


​A lo largo de su carrera, Jorge Juan desempeñó diversas funciones debido a sus profundos conocimientos y a la confianza depositada en él por sus superiores. Sin embargo, su modestia y falta de interés por los honores hicieron que, a pesar de sus contribuciones,
su legado permanezca en gran medida desconocido para el público general. Los registros de sus logros están dispersos y muchos de ellos aún por descubrir, lo que ha impedido que se escriba una biografía exhaustiva que esté a la altura de su figura.

​Con el objetivo de preservar y difundir su importante contribución a la historia, en febrero de 1996 se fundó la Fundación Jorge Juan. Esta institución se dedica a reunir y poner en valor toda la información sobre su vida y sus aportes, con la misión de evitar que su legado caiga en el olvido.

La formación de Jorge Juan tras su ingreso en 1930 en en la Academia de la Real CompañÃa de Guardias Marinas abarcaba estudios técnicos y cientÃficos avanzados, como geometrÃa, trigonometrÃa, observaciones astronómicas, navegación, cálculos de estima, hidrografÃa y cartografÃa. Además, su educación se complementaba con una sólida formación humanÃstica, que incluÃa clases de dibujo, música y danza. Su destreza en los estudios lo hizo destacar rápidamente entre sus compañeros, quienes lo apodaron Euclides. En 1734, el rey Felipe V, respondiendo a una solicitud del monarca francés Luis XV, decidió enviar a España a una importante expedición organizada por la Real Academia de Ciencias de ParÃs. Esta expedición, liderada por Louis Godin, Pierre Bouguer y Charles Marie de La Condamine, tenÃa como objetivo medir un grado del meridiano terrestre en la lÃnea ecuatorial, en la región de Quito, actual Ecuador. Aunque originalmente se esperaba elegir a dos oficiales para participar, el rey sorprendió al designar a dos jóvenes Guardias Marinas: Jorge Juan, de 21 años, y Antonio de Ulloa, de 19. Ambos fueron ascendidos a tenientes de navÃo y se repartieron las responsabilidades durante la expedición: Jorge Juan se encargó de los aspectos matemáticos, mientras que Ulloa asumió el papel de naturalista. La expedición, que partió de Cádiz el 26 de agosto de 1735, no regresó hasta 1744 debido a las dificultades, confiriéndoles allà como “Los caballeros del punto fijo. Esta expedición fue crucial para la ciencia, pues permitió confirmar que la Tierra no es perfectamente esférica, sino ligeramente achatada en los polos, lo que constituyó un hito en la historia de la geodesia y la astronomÃa.